martes, 28 de abril de 2009

POR SI ACASO UN DÍA...
te encuentres sumergido en el océano
de la nostalgia y no puedas nadar hasta la orilla
serena y calma de mis brazos,
por si acaso sucede algún dia
te dejo mis palabras donde hallarás
el por qué de mi adiós.
Por si acaso un dia
sientes que la angustia
se ha instalado en tu garganta,
y de tan anudada que está no puedes respirar...
te dejo entonces mis palabras
y a modo de rezo silencioso
te pido no desesperes,
sólo relee este poema
y la calma llegará a tu corazón.
Por si acaso un dia te encuentres
en el dramático confín de la locura,
recuerda mis palabras,
las últimas, mi alegato final,
pero jamás olvides mi propia condena,
la que bien paga está.
Por si acaso ni siquiera
en esos momentos
te acuerdes por qué dije adiós
te lo diré una vez más.
No, no dejé de amarte, dejé de postergarme,
de olvidarme, de taparme, de quedar al costado
de la vida sin poder saborearla.
Dije adiós porque ya no quiero
jugar más a las escondidas,
ni quedarme sentada al lado del teléfono,
por si acaso algún día llamas.
Dije adiós porque ya no deseo
comer a solas, ni dormir a solas
y mucho menos despertar a solas.
Dije adiós porque no soy un robot
que solamente se angustia
o se alegra en tu presencia...
No estoy programada como para esperarte
a que compartas mi risa,
a que aminores mi llanto,
a que escuches mis glorias,
a que respetes mis miserias,
y mis lados oscuros.
Por si acaso no entiendas
te digo que mis emociones,
mis deseos, mis miedos, mis sueños,
no tienen ni fecha, ni hora,
ni tampoco hacen su aparición
un dia específico de la semana.
No puedo marcar en el calendario
cuándo te necesitaré, por eso,
fue también por eso que dije adiós.
Dije adiós porque soy digna
de reclamarte a cada momento
y no de esperar el momento
para poder decirte que te amo.
Dije adiós porque no merezco
mojarme otra vez bajo la lluvia
mientras te veo pasar en tu auto
ya sé, aquella vez no pudiste detenerte
entonces, cuando te dije adiós,
la que se detuvo fui yo.
Hasta aquí llegué, no más
Hasta aquí dejé mi amor dentro tuyo
y en la profundidad de mi corazón
te guardaré por siempre.
Pero si aún así un dia no puedas comprender
por qué no estoy a tu lado,
y ni siquiera este poema alcance
para serenar tu alma doliente,
te pido entonces, no dramatices.
Solo tendrás que despojarte
de tus más hondos egoísmos,
de tu altiva soberbia,
y dejar que tu memoria te lleve
hasta mi recuerdo y allí, muy dentro tuyo,
hallarás mi mirada, la misma que te enamoró,
y sabrás entonces que merezco decirle adiós
a este amor que me colmó y me sació,
que me embriagó y me deleitó.
Un amor tan grande que no vale la pena
dejarlo morir en el oscuro escondite del odio.
Un amor tan grande que sí vale la pena
decirle adiós...porque fue verdadero.
Te dejo el poema en tus manos,
por si acaso un día...

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